El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, anunció el jueves los planes para la construcción de una nueva arena para los Bucks de Milwaukee, en el que los contribuyentes pagarán la mitad de los 500 millones de dólares, mientras que el resto será financiado por dueños actuales y ex propietarios del equipo.
Walker, quien busca la postulación a la presidencia por el Partido Republicano, argumentó durante meses que le costaría más dinero al estado en ganancias por impuestos de ingreso si la NBA se lleva al equipo de la ciudad, de lo que les costaría pagar por una nueva arena en el centro de Milwaukee.
Detrás de un podio que llevaba el letrero «Más barato conservarlos», y rodeado de líderes republicanos, y demócratas de la ciudad y el condado de Milwaukee, realizó el ansiado acuerdo.
Walker, ejecutivos del equipo, legisladores estatales, el alcalde demócrata de Milwaukee y el condado de Milwaukee han negociado durante semanas a puerta cerrada.
El plan delineado por Walker incluye 250 millones que ya han comprometido dueños y ex dueños de los Bucks. La otra mitad vendrá de los contribuyentes en un máximo de 250 millones adicionales, y el equipo haciéndose responsable de cualquier gasto adicional. El costo de los contribuyentes crecerá a cerca de 400 millones debido a los intereses durante los próximos 20 años.
