Con una dosis de mucho sufrimiento, el Atlético de Madrid desembarcó por tercer año consecutivo en los cuartos de final de la Liga de Campeones al imponerse el martes por 8-7 ante el PSV Eindhoven en una infartante definición por penales.
Dentro de un partido de desteñida calidad, Juanfran convirtió el penal decisivo de una interminable tanda de remates.
Se trató de la primera vez que una eliminatoria de la Champions se define por penales tras un 0-0 en cada partido. La mayor cantidad de penales en una tanda del torneo se dio en la fase preliminar de la edición de 1993-94, cuando el Skonto de Letonia doblegó 11-10 al Olimpija Ljubljana de Eslovenia.