Un 2 de julio de 1963, en el Candlestick Park, con una asistencia de 15,921 aficionados, Warren Spahn (11-4), de los Bravos de Milwaukee, y Juan Marichal (13-3), de los Gigantes, se enfrascaron en un duelo de 16 entradas donde ambos serpentineros trabajaron la ruta completa. Spahn, 227 pitcheos, se enfrentó a 56 bateadores, lanzó 15.1 innings, permitiendo 9 hits, dio una base, ponchó a dos y perdió 1-0 y Marichal, 201 lanzamientos, le lanzó a 59 bateadores, 8 hits, 4 bases por bolas y ponchó a 10.
Cuando el mánager Alvin Dark intentó sacar a Marichal, luego que el juego se fue a extrainning Juan le contestó: «Si ese viejo puede seguir lanzando. Yo también lo puedo hacerlo». Para esa fecha Spahn contaba 42 años. Durante los últimos 8 innings, Marichal sólo permitió 2 hits a los Bravos y retiró a 17 en fila.
En la parte baja del inning 16, Spahn lanzó una bola tras otra a Harvey Kuenn, dominándolo con un elevado al jardín central. Mientras Willie Mays estaba de pie en el círculo de espera, Marichal le gritó: «Conecta un jonròn ahora». Sus compañeros de equipo se rieron, Mays se había limitado a dos elevados en los jardines, dos rodados en el cuadro, un ponche y una base por bolas intencional. Spahn lanzó otro rompiente a Mays. Y de repente todo terminó.
Mays realizò un swing fuerte y nunca se supo con seguridad en qué lugar del left-center cayó la pelota, porque el fuerte ventarrón de La Bahìa se encargó de su destino.