La villa olímpica de Río 2016 estará a la altura de un hotel de cinco estrellas, según aseguran sus promotores.
El complejo se convertirá en un condominio privado después de los Juegos Olímpicos, con unos 3,600 apartamentos de lujo que se venderán por hasta 2.3 millones de reales brasileños (700,000 dólares).
El cuidado proyecto, llamado «Ilha Pura» (Isla Pura), debería ofrecer todas las comodidades a los deportistas en Barra da Tijuca, el suburbio occidental de Río donde se concentra buena parte de la actividad olímpica.
También refuerza las quejas sobre que los primeros juegos sudamericanos están dominados por grandes intereses en la construcción y los bienes raíces, ignorando las amplias favelas de la ciudad y la gran desigualdad entre sus habitantes.
La villa olímpica es gigantesca. Tiene 31 torres de 17 plantas con 10,160 habitaciones, donde dormirán 18,000 atletas y personal olímpico.
El complejo de Río ofrece un paisaje de postal: montañas, un bosque tropical y el mar. Proporcionará los servicios habituales para los deportistas: una cafetería para 5.000 personas, camas extra largas, acceso para sillas de ruedas y ascensores de alta velocidad, que según Cruz fue una sugerencia del COI.
El proyecto debería completarse a principios del año que viene. Los primeros residentes se mudarían seis meses después de que terminen los juegos.