La Copa América se quedó sin una de sus grandes figuras y Brasil sin su principal referente cuando la Conmebol, en una decisión sorpresivamente dura, suspendió el viernes a Neymar por cuatro partidos, garantizando que ya no volverá a jugar ni siquiera si la Verdeamarela llegase a la final.
La medida fue tomada luego de que Neymar recibiese su segunda tarjeta amarilla del torneo y posteriormente una roja en el mismo partido, que Brasil perdió el miércoles 1-0 con Colombia por la segunda fecha.
La comisión disciplinaria de la Conmebol no explicó las razones de la pesada sanción, limitándose a decir que era por la expulsión y los «hechos posteriores». Versiones no confirmadas, no obstante, aseguran que Neymar insultó al árbitro chileno Enrique Osses en el túnel una vez finalizado el duelo.
El astro del Barcelona vio su segunda amarilla por una mano en el área, lo que acarreaba una suspensión automática de un encuentro. Frustrado por la celosa marca colombiana durante todo el partido, Neymar le dio un pelotazo a Pablo Armero y tuvo un encontronazo con Carlos Bacca después del silbatazo final y el árbitro le sacó una tarjeta roja.
La comisión disciplinaria de la Conmebol informó que la sanción es apelable. Si el castigo se mantiene, Neymar se perderá el último partido de Brasil por la fase de grupos el domingo ante Venezuela, y los cuartos, semifinales y final, si es que la selección llegase hasta esas instancias.
El delantero recibió asimismo una multa de 10.000 dólares.