Pelé aseguró el jueves que no está enfermo de gravedad, con lo que apaciguó los temores de que su salud se había deteriorado al recibir tratamiento por una infección urinaria.
El legendario astro del fútbol brasileño, de 74 años, usó su cuenta en Twitter para negar las versiones de un empeoramiento de su salud y que se encontraba bajo terapia intensiva.
«Quiero aprovechar esta oportunidad para hacerles saber que estoy bien», dijo en la red social. «No me llevaron a terapia intensiva hoy, simplemente fui reubicado en un cuarto del hospital por cuestiones de privacidad».