El brasileño Anderson Silva, astro de la UFC, fue suspendido por un año y multado con 380,000 dólares por consumo de esteroides.
La comisión atlética de Nevada, que supervisa la actividad deportiva, le impuso el máximo castigo posible y desconoció asimismo su victoria de enero ante Nick Díaz en el que había sido el regreso del sudamericano a la competencia tras una ausencia de 13 meses motivada por una fractura de una pierna.
El presidente de la comisión Francisco Aguilar dijo que Silva, de 40 años y ex campeón mediano de la UFC, se contradijo varias veces al ser interrogado.
La UFC aceptó el castigo en un comunicado en el que dijo que «reconoce la gran carrera de Silva y espera ansioso su regreso al octágono en el 2016».
El brasileño es considerado una de las grandes figuras que ha dado este deporte que combina varias artes marciales. Hizo diez defensas seguidas de su título antes de perderlo sorpresivamente ante Chris Weidman en el combate en que se fracturó la pierna en el 2013.