Dustin Johnson, Phil Mickelson y otros miembros del PGA Tour que compitieron el jueves en una liga financiada por el fondo soberano de Arabia Saudí no podrán participar en los torneos de la PGA, según las sanciones que el comisionado Jay Monahan difundió apenas se tomó el primer golpe de salida en Inglaterra.
Resta por verse si esos golfistas podrán volver al PGA Tour.
El veto incluye la participación en la Presidents Cup, algo que afecta a los sudafricanos Louis Oosthuizen, Charl Schwartzel y Branden Grace.
La USGA ya había dicho que todo jugador elegible podrá competir en el Abierto de Estados Unidos. El PGA Tour no organiza los majors.
En un memorándum enviado a los miembros de la PGA, Monahan señaló que incluso si un jugador renuncia al Tour previo al primer torneo del LIV Golf Invitational en las afueras de Londres, no se le permitirá competir en torneos de la PGA sin membresía al cobijarse con la excención de un patrocinador.
Nueve jugadores han renunciado a la Gira de la PGA, lista en la que destacan Johnson y Sergio García. Mickelson, dueño de una afiliación vitalicia con sus 45 títulos de la PGA, no lo ha hecho.
“Estos jugadores tomaron su decisión por motivos financieros”, escribió Monahan. “Pero no pueden exigir los mismos beneficios de membresía de la PGA, consideraciones, oportunidades y plataformas que tienes. Eso es una falta de respeto a tí, a nuestros aficionados y a nuestros socios”.
El punto de discordia es que los jugadores puedan competir en un torneo rival sin recibir el aval del PGA Tour. Los jugadores suelen recibir tres de esos permisos por año, pero Monahan no otorgó avales para el LIV Golf Invitational por ser una serie de ocho torneos que incluye cinco certámenes en Estados Unidos.
El Tour no otorga permisos para torneos en Norteamérica.
“Hemos cumplidos con la normativa de los torneos de principio a fin al responder a esos jugadores que han decidido darle la espalda a la Gira de la PGA al quebrantar obstinadamente una regla”, escribió Monahan.
LIV Golf, gestionada por Greg Norman con la inversión del fondo soberano saudí, respondió a la decisión de la PGA tildándola como vengativa y divisiva.
“Es problemático que el Tour, una organización dedicada para crear oportunidades de juego a los golfistas, es una entidad que impida que los golfistas compitan”, dijo LIV Golf. “No es la última palabra en este asunto. La era de la agencia libre ha comenzado y nos sentimos orgullosos de contar con un elenco completo de jugadores en Londres y a futuro”.
Monahan dijo que los jugadores que renunciaron serán sacados de las clasificaciones de la gira luego de esta semana. Añadió que quienes no han renunciado no afectarán el ranking de otros.
La primera prueba será el Travelers Championship en Connecticut, la semana posterior al Abierto de Estados Unidos. Johnson se inscribió en el torneo.
El LIV Golf Invitational se transmitió por streaming en YouTube y Facebook.
Norman intentó fundar un World Golf Tour en la década de 1990, únicamente para jugadores de la élite, y tenía asegurado un contrato televisivo hasta que el PGA Tour desbarató el plan con el respaldo de Arnold Palmer. Norman se dio cuenta muy tarde de que el apoyo de los jugadores era tibio. El circuito nunca pudo despegar.
Pero este lo ha ha hecho, amparado por una riqueza nunca vista por el golf. El diario británico The Daily Telegraph informó que Dustin Johnson recibió 150 millones de dólares sólo por firmar. Mickelson no ha desmentido las versiones de que recibió 200 millones.
Cada torneo reparte 25 millones de dólares en premios, con 4 millones para el ganador. El torneo más lucrativo del PGA Tour es el Players Championship, con bolsa de 20 millones. El Abierto de Canadá, que este fin de semana ha convocado a cinco de los diez primeros del mundo, reparte 8.7 millones de dólares en premios.