Tras desempeñarse durante años como ejecutivo de los Indios de Cleveland, Mark Shapiro inició formalmente su administración en Toronto el lunes, cuando habló en un repleto salón de conferencias, donde los periodistas querían conocer más detalles sobre la renuncia que presentó la semana pasada el gerente general Alex Anthopoulos, arquitecto del primer equipo de Toronto que llegó a los playoffs desde 1993.
Contratado en julio, Shapiro sustituye a Paul Beeston, el primer empleado en la historia de los Azulejos, quien presidía el club cuando ganó dos títulos seguidos de la Serie Mundial, en 1992 y 93.
Beeston fue también presidente y jefe de operaciones de la organización de las Grandes Ligas.
Anthopoulos rechazó una oferta contractual y se marchó de los Azulejos el jueves pasado, menos de una semana después de que el equipo quedó eliminado de la Serie de Campeonato de la Liga Americana y el mismo día en que se le nombró Ejecutivo del Año.
Shapiro consideró falsos los reportes de que, previo a la separación, hubiera reprochado a Anthopoulos por ceder a tantos prospectos para adquirir a Troy Tulowitzki y David Price antes de que venciera el plazo para realizar canjes este año.
Tony LaCava, asistente de Anthopoulos desde 2007, fungirá como gerente general interino, dijo Shapiro. El nuevo presidente no dio un cronograma para tomar «la decisión crítica de una contratación» definitiva.
Shapiro dijo también que John Gibbons seguirá como manager de los Azulejos en 2016.
Anthopoulos, originario de Montreal, se ganó el aprecio de los fanáticos de Toronto por los canjes. Los Azulejos lograron un récord de 43-18 en la recta final de la temporada, para desbancar a los Yanquis de Nueva York y conquistar el banderín de la División Este de la Americana. El 30 de septiembre, cuando Toronto superó a Baltimore y aseguró el título divisional, los fanáticos visitantes en Camden Yards corearon «gracias, Alex».