Iker Casillas no tuvo palabras de reproche o rencor en su emotiva despedida tras 25 años en el Real Madrid el domingo, sino que prometió «no defraudar» a sus seguidores en el Porto, su nuevo club.
Un lloroso Casillas leyó con voz entrecortada un comunicado en conferencia de prensa un día después de que el Madrid anunciara que el arquero y excapitán firmó con el club portugués.
«Luego de 25 años defendiendo los colores del mejor equipo del mundo ha llegado el difícil día de decir adiós a la institución que me ha dado tanto», dijo Casillas en la que podría ser su última aparición en el estadio Santiago Bernabéu.
«Solo espero que la gente, por encima de recordarme como un buen o mal portero, se acuerde de mí por ser una buena persona», agregó el arquero. «No voy a decir adiós porque seguramente será un punto y seguido. Gracias, miles de gracias y estad seguros que allá donde vaya seguiré gritando hala Madrid».