El lanzamiento potencial de una Superliga europea adquirió mayor credibilidad el martes, cuando el presidente saliente del Barcelona reveló que ese club había dado su aprobación inicial al nuevo certamen.
Josep Bartomeu dijo que una de sus últimas llamadas antes de renunciar fue precisamente para aprobar la competición. Con ello, cobraron fuerza los reportes crecientes acerca de una nueva competición europea, donde los clubes de elite podrían enfrentarse entre sí con mayor frecuencia.
Actualmente, la Liga de Campeones organizada por la UEFA constituye el torneo de mayor nivel que disputan los principales clubes en el nivel continental. No quedó claro a partir de los comentarios de Bartomeu quién organizaría la Superliga o si esa competición reemplazaría de hecho a la Liga de Campeones.
“La Junta Directiva ha aprobado la aceptación de los requerimientos para participar en una futura Superliga Europea de Clubes de fútbol, un proyecto impulsado por los grandes clubes de Europa”, anunció Bartomeu. “El detalle de estos requerimientos estará a disposición de la próxima Junta Directiva, y la decisión sobre la participación en esta competición deberá ser ratificada por la próxima Asamblea de Socios Compromisarios”.
El anuncio causó la indignación del presidente de La Liga española, Javier Tebas.
“Desafortunado @jmbartomeu , anunciando el último día la participación en una competición ‘fantasma’, que sería la ruina para el @fcb, y ratifica su ignorancia en la industria del fútbol. Triste final de un presidente que tuvo aciertos y últimamente errores”, sentenció Tebas en Twitter.
Bartomeu era una de las figuras más influyentes para dar forma al futuro de las competiciones europeas. Hasta julio formaba parte del Consejo de Estrategia del Fútbol Profesional de la UEFA, que es el departamento clave en las políticas para este deporte en el Viejo Continente. En ese organismo hay cuatro plazas para federaciones nacionales, clubes, ligas y el sindicato FIFPro.