PARÍS (AP) — Iga Swiatek de repente parecía perdida en la final del Abierto de Francia. Sus golpes eran imprecisos. Su confianza se había desvanecido. Y su gran ventaja inicial había desaparecido.
Volteaba una y otra vez a la tribuna, en busca de los consejos de su entrenador y su psicólogo.
Todo parecía salirle mal hasta que se encontró el sábado a dos juegos de la derrota ante la checa Karolina Muchova. Fue entonces, cuando más lo necesitaba, que Swiatek recuperó su forma. Se convirtió nuevamente en la jugadora que ha sido la número uno del tenis femenino durante más de un año. La campeona defensora de Roland Garros. Agresiva. Contundente.
Swiatek se sobrepuso a una crisis de confianza en el segundo set y a una desventaja en el tercero para derrotar 6-2, 5-7, 6-4 a Muchova y levantar su tercer título de Roland Garros y su cuarto Grand Slam.
“En verdad me encanta estar aquí”, dijo la campeona. “En esencia, es mi lugar favorito de la gira”.