La victoria de la selección francesa por 65-52 ante una irreconocible selección española, en los cuartos de final, truncó el sueño mundialista español en una pesadilla de la que tardará mucho en despertar.
Una diferencia de 22 rebotes más para Francia (50-28) y 2 triples de 22 intentados y apenas un 45 por ciento en tiros de dos puntos (18 de 40) en el ataque de la selección, explican en parte el desastre español.